Puerto Natales

Puerto Natales

domingo, 1 de junio de 2014

Emigrando de España. Las 8 emociones que puedes abandonar antes de partir

Pensando en todas las mujeres y hombres que en algún momento tuvieron que emprender un camino hacia un destino mejor. Yo declaro mi admiración por vosotr@s.


"La madre del emigrante" Gijón,  Asturias.

Muchos hemos tenido que emigrar en alguna ocasión de nuestras vidas. Es igual de importante lo que te lleves de equipaje, como lo que dejes olvidado en España. Me gustaría compartir contigo lo que creo que has de abandonar si quieres sentir éxito en tu aventura.


  1. El victimismo.

“No te conviertas en una víctima, transfórmate en el responsable de tu vida”.

Lago de la Duquesa. Ciudad Ducal, Ávila.


Aunque sientas que te han obligado a irte de tu país, este pensamiento no te aporta nada. Olvídalo y piensa en que la decisión la has tomado tú con libertad, como decisión personal y con responsabilidad. Si te sale mal, la culpa no es de los otros. Nadie tiene la culpa. Tómalo como el mejor aprendizaje. Ya no eres el mismo que antes de empezar. Eres más grande.
Si te sale bien, el mérito será tuyo. Otórgatelo y disfrútalo. 

  1. La debilidad.
“Todos somos vulnerables, sólo algunos, además, son débiles”.





Tendrás que estar preparado para vivir momentos difíciles. De incomprensión, quizás de desprecio y, seguro que de soledad y nostalgia. Tendrás que ser duro, pero no olvides la ternura y el cariño.
No naciste sabiéndolo todo. Pregunta cuando no sepas algo.
No tienes el corazón de hierro. Busca amigos.
No eres el único que comete errores. Perdónate cuando te equivoques.
Si tienes miedo, dilo. Alguien te consolará.
Si te sientes solo, busca compañía. Ahí fuera hay personas que no puedes perder la oportunidad de conocerlas.

  1. El resentimiento.

“El resentimiento es el veneno que me tomo yo, para que te mueras tu”.




Si te has sentido obligado a tomar esta decisión, es fácil que sientas resentimiento contra alguien. Contra tu familia, porque crees que no te ayudaron lo suficiente. Contra los políticos, que han dejado el país hecho una ruina.
El resentimiento te hace daño a ti y ¿qué consigues sintiéndolo?
A mi sólo se me ocurre salir de esa emoción, perdonando. Es posible que te resulte muy ingenuo o demasiado naif, pero prueba a experimentarlo, y no te digas que no puedes. Quizás creas que no merecen tu perdón, pero quien no se merece estar sufriendo por ello, eres tú.

  1. El sufrimiento.
“El dolor es inevitable, el sufrimiento lo decides tu”.



Yo soy torpe cocinando y a menudo me quemo. Es uno de los dolores que más temo, el sentir cómo el aceite hirviendo muerde mi piel. Por ello siempre tengo a mano una pomada contra las quemaduras. Me la aplico y voy sintiendo como poco a poco el dolor desaparece.
Tiempo atrás me quedaba maldiciendo un rato largo, diciéndome lo inútil que era, que parecía mentira que siempre me pasara lo mismo y no se cuántas cosas desagradables más. Al final, ni disfrutaba la comida ni dejaba que la disfrutaran los demás.
Pero un día me di cuenta de que lo peor de mis accidentes domésticos era el rato que me quedaba recordando lo incapaz que me sentía, y lo mal que lo hacía todo, llegando a reproducir en mi cabeza todas las ocasiones en las que siempre terminaba igual.
Ese día hice dos cosas: me bajé a la farmacia a por una crema más potente y firmé un compromiso conmigo mismo de que siempre que me quemara, me riera de mi mismo y me hiciera un regalo por la tarde.
Desde entonces, no sé si me quemo menos, pero casi no me duele y disfruto mucho más la comida y de la sobremesa.

  1. Las preocupaciones.

Deja de preocuparte por algo y ocúpate de ello.




Acepto que me insultes después de este comienzo. Pero déjame hacer un esfuerzo para explicarte cómo lo siento.
Por increíble que parezca todo lo que en España te tortura, en tu destino pasará a formar parte de una rutina de pensamiento. NO puedes hacer más sacrificio que liarte la manta a la cabeza e ir a buscar un futuro mejor lejos de tu familia, tu entorno y de tus seres queridos. Ya has empezado a ocuparte de tus problemas. La gente vivirá sin ti, a veces incluso mejor, como ya escribí en alguna ocasión. La gente que te quiere, te seguirá queriendo. Podrán sobrevivir sin ti. Lo único importante es lo que eres, no lo que tienes.

  1. Las discusiones.

¿Qué prefieres? ¿Ser feliz o tener la razón?





Atrévete a dejar de ser tú. Esa persona que siempre tiene la razón porque….¡está clarísimo!
Prueba a no decir nada durante los primeros minutos de una conversación. Observa quien te habla. Qué quiere decir. Cómo lo dice. ¿Seguro que está equivocado? Es posible que sea sólo su opinión, su forma de ver las cosas, muchas veces distinta de cómo lo ves tú, pero su forma al fin y al cabo. Luego intenta darle tu punto de vista, comunicarle cómo sientes tú lo que él te ha transmitido. A lo mejor, no te deja, te interrumpe, y sigue con sus pensamientos. En ese momento déjalo. Sólo necesita que alguien le escuche. Es el mejor regalo que hoy, en ese momento puedes darle.

  1. Tu incapacidad para…
¿Cuántas veces te han dicho que eres incapaz de hacer algo? ¿Te lo has dicho a ti alguna vez?




NO somos capaces ni de imaginar las cosas que podemos hacer si tenemos la motivación suficiente. Pero a veces, además de motivación hace falta algo más. Saber hacerlo. Y no nacemos sabiendo. En ese momento, pregunta.
Un virus de la sociedad actual es que todos nos tenemos que sentir emprendedores. ¿Y si no lo somos? ¿Pasa algo? 


  1. Tu heroicidad.


La primera vez que me preguntaron en serio, ¿un líder nace o se hace? Yo respondí para mis adentros, como si de un mantra tóxico se tratara… nace, nace, nace. Y la persona que tenía enfrente me preguntó de nuevo: Entones… ¿para cuándo dejas liderar tu propia vida? Los héroes suelen terminar mal, o muertos u olvidados, que en el fondo es lo mismo. Conviértete en el auténtico líder y protagonista de tu vida.

Atardecer en Misiones, Argentina (2007)

¿Cómo te sentirías ahora si te dejas en España todo lo que comentado anteriormente? Seguro que mucho más ligero. Lo anterior forma parte de las cargas emocionales que decidimos colgarnos de los hombros, no se muy bien porqué. Ya sé que con leer este post no vas a poder aligerar tu mochila. Sé que no es fácil. Prueba a quitarte alguna de ellas, alguna que te pese mucho y no necesites para casi nada. A lo mejor es que no lo necesitas para nada.
Lo más seguro es que no nos conozcamos nunca, pero créeme si te digo que si has llegado hasta aquí, algo tenemos en común. Déjame que me sienta orgulloso por ti, no por leerme, sino por lo que representas.


La mejor versión del ser humano es SER, y HUMANO.

9 comentarios:

  1. genial sin duda y gran verdad :)

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario! Esther :)

    ResponderEliminar
  3. buenísimo :) bienvenido a mi región de "Favoritos" :) soy emigrante desde hace más de 4 años y sigo sin llevarlo bien. ¿Algún día lo conseguiré? Eso espero :) mi querida España, esa España mía... :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya gustado y estoy convencido de que lo conseguirás. Piensa que está en tu mano, es tu voluntad.

      Eliminar
  4. Leerte es una medicina para el alma. Ese sosiego que sólo el abrazo de un padre o una madre puede darte. No dejes de escribir.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando uno hace algo sin esperar nada a cambio, la mayor magia de este mundo se hace realidad y recibe mucho más de lo que comparte. Gracias a ti, sin nombre, allí donde estés.

      Eliminar
  5. Gracias, he leído tus palabras en el momento justo.

    ResponderEliminar
  6. gracias Jose Manuel, me gusta tu propuesta, sin embargo no voy a dejar todo eso en España, no vaya a ser que cuando regrese me lo encuentre de nuevo, voy a intentar que todo esto se marche lejor de mi, esté deonde esté yo. Un abrazo.

    ResponderEliminar