Puerto Natales

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domingo, 23 de septiembre de 2012

¡Que Dios bendiga a Napoleón Bonaparte!


Otra de las facetas que más me gustan de los chilenos es su sentido del humor. El otro día conversábamos sobre el papel de la mujer en la sociedad española y salió el que desempeñó en el ejército español Agustina de Aragón. Una persona de las que estaba escuchando comentó con ironía: ¡Bendito Napoleón! En un primer momento me quedé un tanto descolocado toda vez que estábamos hablando de una guerra en la que murieron  centenares de miles de españoles, pero rápidamente me di cuenta del razonamiento.
Uno de los detonantes de la independencia de Chile fue precisamente la Guerra de Independencia española contra los franceses. Una buena parte del imperio americano, por no decir la totalidad, se independizó en el período de que va de 1810 a 1814, de manera que más allá de 1826 apenas quedaron como colonias Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico. Esta es una buena forma de verificar cómo una noticia terriblemente negativa, se ve por otro observador como una auténtica liberación. Con motivo de ello celebran este 18 de septiembre las Fiestas Patrias en la que se conmemora la primera junta nacional de gobierno de Chile, que en realidad fue una forma de mantener la soberanía de Fernando VII mientras permanecía encarcelado por los Bonaparte. Pero le cogieron el gustillo y ese comienzo se convirtió en el germen del nacimiento de la nación chilena.


Me encanta como viven la identidad patria los chilenos. Celebraron hace un par de años los doscientos de independencia del reino de España, y me dicen que eso ha contribuido a una identidad más fuerte como nación. Otros acontecimientos que pueden contribuir a ello  en los últimos veinte años son el regreso de la democracia, el accidente subterráneo de los mineros chilenos, la pujanza económica, no lo se, no tengo conocimiento para dar una opinión, lo dejo ahí. Desde que estoy aquí si he conocido a través de la televisión protestas de los indígenas mapuches por su independencia y por el trato que les dan los carabineros en sus zonas de origen, pero no tengo una idea formada sobre el asunto.
Sin muchas complicaciones los chilenos se dedican estos días a comer carne, por supuesto, en múltiples variedades todas deliciosas: desde el humilde choripán (que acertaréis imaginando en qué consiste), al sabroso anticucho (similar a nuestros pinchos morunos) o un lomo a lo pobre, cordero al palo, empanadas (deliciosas, me recuerdan a las que hacía mi abuela asturiana) y tantas otras cosas integrantes del paraíso del carnívoro.
En todo ello no puede faltar la bandera nacional. Presente por todas partes. Hoy me he enterado que es obligatorio presentarla en las viviendas en esta fecha: si es un bloque de viviendas, una para todos. Si vivienda individual, una cada una. Es el primer año que aplica esta ley y se duda mucho de que los carabineros se dediquen este día a poner multas por este tema. Pero se advierte que, a pesar de la obligación, el sentimiento patrio está presente. Si hablas con un chileno y le transmites lo que te gusta del país, se le ilumina la cara, lo vive, le gusta y lo agradece.
Sólo hay que ir a donde se celebran estas fiestas. Se enorgullecen de todo lo que tienen. Su escudo, su bandera, su flor nacional el copihue, sus caballos de pura raza chilena, sus asados, en fin todo lo que entienden que representa al país.


El comentario anterior no quiere decir que este sea un país idílico, porque al día siguiente  del fin de las Fiestas Patrias los políticos andan a la greña como en todas partes y discuten sin parar. Chile tiene un 5% de tasa de paro y crece a esa misma ratio y  su proporción de endeudamiento sobre PIB es del ¡7,5%! El país necesita duplicar de ahora al 2020 su producción de energía eléctrica y las trabas de la legislación medioambiental lo va a hacer extremadamente difícil. Depende en exceso de los hidrocarburos y el alto tribunal acaba de parar el proyecto de una gran central de producción hidroeléctrica. ¿Progreso o ecología? ¿Son compatibles? Me asustan mucho los resultados de las estadísticas de las temperaturas que se publican al final del verano boreal. Esto lo dice alguien que siente que ha pagado un precio muy alto por el progreso pero que cree que no se puede detener el afán del hombre por crecer, pero que a la vez está convencido que podemos y tenemos la obligación de hacerlo al menor coste para el planeta, que es sinónimo egoista de decir, para nosotros y nuestros hijos.



Pantano de Riaño, León, España. Aprovechamiento energético y regadío. Sirvió también para obligar a emigrar a miles de habitantes de los pueblos inundados. Bajo esas aguas descansan mis antepasados y muchos recuerdos.
P.D. Esta entrada va dedicada a mi sobrina Aitana que nació el 18 de septiembre de 2012 mientras su tío estaba en el otro extremo del planeta, con el profundo deseo que le pueda decir a sus nietos que les deja el planeta mejor que cuando lo recibió.