Puerto Natales

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domingo, 26 de enero de 2014

5 cosas que no puedes olvidar en un viaje a Chile



Después de una temporada viviendo en Chile, me gustaría poner en común contigo mi experiencia y aquello que creo que no te puedes olvidar si piensas ir allá a la búsqueda de nuevas oportunidades.

Torres del Paine

Optimismo


“Si cuando estoy triste lloro y cuando estoy alegre canto, debería cantar en mi tristeza y el canto me traerá la alegría”. Henry James.


Gestiona con habilidad tu mundo de expectativas. Si no esperas que según llegues, con tu experiencia y tu magnífico currículum, consigas un trabajo espléndido a la primera, estarás más preparado para insistir, hacer un montón de entrevistas de trabajo y que al final salga algo medio decente. Será un primer paso. Casi nadie llega y besa al santo a la primera.

Es complicado vivir en un país lejos de tu tierra y habrá momentos de tristeza y de melancolía. Aprovecha entonces a conocer gente nueva, hablar con un amigo que tengas en España, a hacer turismo o darte un pequeño homenaje. Cuídate y permítete los días malos, no pasa nada, llegarán los buenos. De tu forma de vivir la aventura dependerá que consigas el éxito de tu objetivo. Y si no lo consigues, tampoco pasa nada. Borra la palabra fracaso de tu mente. Sólo habrá sido un aprendizaje. De seguro que te llevas una experiencia que te servirá más adelante en algún momento de tu vida.

Sin dejar de ser optimista, no lo fíes todo a la suerte. Contratar un seguro médico antes de ir o no adentrarte en algunos barrios de las principales ciudades a según qué hora del día, pueden facilitar enormemente tu estancia allí.

Mercado de artesanía de los dominicos




Paciencia


“Un largo viaje empieza por un primer paso”. Proverbio chino.

El ritmo vital de los chilenos no es el mismo que el de los españoles. Todo va más lento en este país, excepto los taxistas cuando no hay tráfico, casi los únicos momentos en que sentí peligro real durante mi viaje (http://elviajedechemaenchile.blogspot.com.es/2013/02/perito-moreno-esculturas-en-el-hielo.html) . Si los chilenos dicen que van a hacer algo… ¡al tiro! … acuérdate del santo Job y prepárate a esperar.

Su forma de comunicar lo que piensan y lo que quieren decir, es muy distinta a la de los españoles. Si quieres tener éxito en tus relaciones personales en Chile, escucha con paciencia y reconóceles las cosas buenas que tiene su patria. No renuncies a tu forma de pensar, pero exprésate suavemente, con dulzura, siempre comentan que los españoles somos demasiados directos en nuestra forma de comunicarnos. Cuando te están diciendo que no, la mayoría de las veces yo interpretaba que quizás. El país tiene otro ritmo. 

Ancla varada junto a la tumba de Neruda. Isla Negra.


Esfuerzo


“Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser, es la única finalidad de la vida”. R. L. Stevenson.

 Las cosas no van a ser al principio fáciles, pero si pones todo de tu parte, será más probable que las cosas te salgan bien El cambio cultural es brusco a pesar de que compartimos muchas comidas, costumbres y forma de pensar. Pero todo esto hay que pasarlo por el tamiz de una cultura distinta, en buena medida influenciada por su aislamiento geográfico y con el poso que deja una historia rica y variada.

Haz contactos, date a conocer, presenta allá donde vayas qué puedes aportar tu desde el punto de vista profesional. El pituto (lo que nosotros llamamos enchufe) pesa más que los méritos según el 97% de los chilenos (http://www.chile.com/secciones/ver_seccion.php?id=120182). Apóyate en los españoles que hay allá y empieza a tejer una buena red de contactos. La oportunidad terminará apareciendo.

 Museo de la Memoria. "Ciencia, Justicia, Verdad, Memoria"


Aceptación


“La tolerancia es una negación suspendida temporalmente”. Humberto Maturana.


Vas a entrar en contacto con una sociedad que si lo primero que ves es el aeropuerto y luego uno de los barrios privilegiados (Las Condes, Providencia,…) pensarás que estás en alguna ciudad de Europa. Pero no es así. La cultura chilena es compleja, como la de cualquier país desarrollado, y con matices.

Me sorprendió ver que pocos chilenos habían ido a conocer el Museo de la Memoria, exposición que reproduce las consecuencias humanas del golpe de estado de 1973. Hay  muchas heridas sin cerrar y hay que tener cuidado con los comentarios que se puedan hacer en una conversación sobre su pasado reciente.

También descubrí que es una sociedad más machista que la española, a pesar de tener como presidenta a una mujer y que muchas están luchando activamente contra ello. El primer lugar al que me llevaron mis compañeros y compañeras de trabajo fue a un “café con piernas”.  En nuestro país sería impensable que una cosa digna de conocer a las primeras de cambio fuera una cafetería en el que las voluptuosas camareras van con trajes embutidos y con minifaldas de vértigo.

Si sólo toleras la idiosincrasia de la cultura chilena, en algún momento llegarás a tu límite y puedes estallar. Aceptar la forma de vida chilena no es estar de acuerdo con el cien por cien de ella, pero sí te predispone a construir relaciones desde la empatía y la confianza mutuas.

 Valparaíso


Tu mirada de niño


“¡Ojos que a luz se abrieron un día, para después, ciegos tornar a la tierra, hartos de mirar sin ver!”. Antonio Machado.


No te dejes en casa una mirada preparada para la sorpresa, para el disfrute con las cosas más pequeñas. Si algo distingue a los niños es su capacidad innata de sorprenderse con todo. De ver las cosas como la primera vez. Olvídate de ir comparándolo todo con lo que conocías en España. Las cosas son básicamente distintas y nada más, ni mejores ni peores.

El país es hermoso como pocos y con una variedad de ecosistemas increíble. No pierdas la oportunidad de conocerlo. Si no tienes mucho presupuesto, los alrededores de Santiago tienen lugares hermosísimos a los que podrás acceder de forma económica. A pocas horas de Santiago está el Paso de los Libertadores, la frontera con Argentina. Conoce la grandeza de la cordillera de los Andes.

Para terminar, me gustaría decirte lo que yo creo que debes dejarte olvidado en España. 

 Atacama


Olvídate el resentimiento. Como diría el sabio, “es el veneno que me tomo yo, para que te mueras tu”.

Olvídate el victimismo. Has tomado una decisión como ser libre y después te podrá ir bien o menos bien, pero nadie tiene la culpa de lo que te pueda suceder y de cómo lo vivas, excepto tu mismo.

Olvídate la ira. Se me ocurren pocas ocasiones en las que esta emoción aporte mucho.

Olvídate los juicios fáciles, sobre ti y sobre los demás. Son la mayor fuente de insatisfacción del ser humano.

Olvídate, por último, de lo que no te gusta de ti mismo. Es una inmejorable ocasión de ser tú, esa persona de la que te sientes orgullosa aunque, quizás, haga algún tiempo que no lo percibas.

Si has tomado tu decisión, ¡adelante!, te deseo todo el optimismo, la paciencia, el esfuerzo, la aceptación, la mirada limpia y, cómo no, tantas dosis de suerte, como seas capaz de meter en tu equipaje.