Puerto Natales

Puerto Natales

domingo, 6 de abril de 2014

¿Puede ser el miedo una elección? Chile y los terremotos



Terremoto de Valdivia 1960. El más potente registrado (9.5 Mw)


“El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro”. Woody Allen.


Si esperabas una respuesta afirmativa al título de esta entrada, lamento decepcionarte, puedes ahorrarte el resto del relato. Pero si lees hasta el final mi reflexión, a lo mejor, te reconcilias con un viejo amigo.

Mi amado Chile y toda la gente que habita allí, están pasando unos días muy difíciles. Después del brutal terremoto de esta semana cerca de Iquique, la tierra no deja de moverse, resucitando la terrible sensación de indefensión y de no ser nada ante la fuerza de la naturaleza. Y el miedo acompaña de día y de noche a muchas de las personas que soportan los temblores.

El miedo es una emoción y, como tal, no se puede evitar. Está grabada en nuestro ADN y es imprescindible para la vida. Nuestro cuerpo genera adrenalina, aumenta la frecuencia cardiaca y el cuerpo está listo para una respuesta rápida y eficaz.

Sentir miedo es lo natural. Es así de sencillo. Legitima tu miedo. No pasa nada. Todos tenemos miedo. Estará junto a ti hasta el último suspiro de tu vida. Y siéntete afortunado por ello. No podrás hacer nada para evitar que venga a visitarte.

Terremoto de Concepción 2010 (8.8 Mw)


“Los estados de ánimo normalmente se adelantan a nosotros. Cuando los observamos, ya estamos sumergidos en ellos”. Rafael Echeverría.


Otra cosa es que dejes que se convierta en un estado de ánimo. Como si fuera una adicción a la droga, es frecuente dejarnos llevar por una emoción y permitir sin querer que se instale en nuestro día a día y no nos demos cuenta de que se queda permanentemente.

Los estados de ánimo condicionan tu campo de actuación. Limitan tus posibilidades de hacer. ¿Cómo te sientes? ¿Vas a dejar de hacer algo hoy por los temblores? ¿Y mañana?

Pero a diferencia de la emoción, sí puedes actuar sobre tu estado de ánimo. Toma consciencia de cómo te sientes y actúa. La probabilidad de que mueras o de que tengas un accidente grave en un terremoto es, posiblemente, menor al riesgo que tienes de sufrirlo en un accidente de tráfico. Acepta libremente que vives en una región sísmica. Quizás gracias a ello, Chile es el país más hermoso del planeta.






“La felicidad es la ausencia de miedo”. Eduardo Punset.


La mayoría de las desgracias que imaginamos y que nos torturan, jamás llegan a suceder. Deja de atormentarte. Si quieres estar más tranquilo, déjate escrito en un papel por dónde tienes que evacuar, contrata un seguro, ancla bien los muebles, ten una reserva de agua, alimentos, pilas y una radio. Lo que sea que te aporte seguridad. Pero si vives en Chile, volverán los temblores. Seguro.

Cuando sientas miedo, reconócelo como un viejo amigo que nos han inculcado desde pequeños para conseguir lo que otros quieren. Como si de un invitado se tratara, sírvele una apetitosa comida y antes de los postres, despídelo con una sonrisa. Le habrás derrotado. Cuando vuelva, sabrá que antes del final tiene que abandonar el banquete. Pero, ¿quieres alimentarlo tú contra ti? ¿Te gustaría ser feliz?


Atardecer en Santiago




Después de mi intención, llena de vacuas e inocentes palabras para los que estáis viviendo la destrucción y el sufrimiento, sólo puedo mandaros un abrazo de corazón y mi solidaridad completa en estos momentos difíciles.

9 comentarios:

  1. Entiendo perfectamente de lo que hablas. En el año 2009 viví constantemente en el miedo, sintiendo terremotos día sí y día también. Por aquel entogces vivía en Italia, en Perugía muy cerca de L'Aquila, ciudad que quedó completamente destruida en una de las sacudidas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es fácil vivir en las regiones sísmicas pero la gente sigue reconstruyendo sus casas y sus vidas después de los terremotos desde hace milenios. Por algo será.

      Eliminar
  2. Muchas gracias, por este post. En Chile hemos aprendido a resistir los embates de los terremotos y siempre levantarnos.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por leerme. Admiro profundamente al pueblo chileno por saber vivir con una sonrisa después de las tragedias. Será protagonista de este siglo XXI, estoy convencido.

      Eliminar
  3. Una muy seria y profunda mirada a los terremotos y el efecto que tienen en los que los hemos vivido y seguiremos viviendo. Siempre volvemos a empezar de cero, siempre se puede volver a empezar. Gracias y un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Siempre comenzar para dar luz a una historia más linda que la anterior. Otro abrazo para ti.

      Eliminar
  4. Tu relato es un canto a la vida y a la esperanza. La tierra es un planeta VIVO, se mueve, respira, dá señales de alarma (aunque nunca las escuchemos). Si tuviéramos que tener miedo de todo no nos moveriamos de la cama. Hay que salir, disfrutar, trabajar, amar, soñar y sobre todo VIVIR. Y si ocurre una desgracia, llorar, y con más fuerza que antes levantarnos y sonreir a un nuevo día. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
    Saludos. Laura Belenguer

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por tu comentario, Laura. Me supiste leer. Otro abarzo fuerte para ti.

      Eliminar
  5. Mi padre nació y murió en Chile a una avanzada edad. Era reconocida su sangre fría ante situaciones extremas y sin embargo, al menor movimiento del suelo se transformaba en un ente aullador y descontrolado. En ocasiones creo que lo hacía para distraer al resto de la familia, que no sabía si huir por el terremoto o sucumbir a los ataques de risa que provocaban las piruetas de mi pobre padre. Luego de muchos años viviendo sin sentir apenas un temblor, no sé si mis nervios soportarían la experiencia de pasar de nuevo por uno. Es algo que hay que vivir (aunque ojalá no tengáis que hacerlo)...

    ResponderEliminar